En Pontevedra tenemos una magnífica colección de cruceiros repartidos por toda la ciudad.
Pero la mayoría no están en su lugar original sino reubicados en otras partes.
Entre los de tradición gótica, pero datados en los años centrales del siglo XVI, están los de la plaza de Santa María o Bispo Fonseca, procedente del Burgo. Y el instalado en las Ruinas de Santo Domingo procedente del antiguo atrio de San Bartolomé.
De los años finales del XVI es el situado en el arranque del puente de la Barca, que anteriormente estaba en A Moureira.
De la misma época se puede considerar el que centra la plaza de la Leña, procedente de Caldas de Reis.
Barroco e impregnado de resonancias del Concilio de Trento es el de Cinco Rúas, originario del arrabal marinero de Estribela.
Junto a los cruceiros las fuentes constituían otro de los elementos del mobiliario urbano. A parte de la ya mencionada fuente de la Herrería, la villa poseía otras fuentes similares, como la que se alzaba en las inmediaciones de la las Casas Consistoriales, sobre cuyos restos se levantó la fuente de la avenía de Santa María.
El interior del Convento de Santa Clara se conserva otra interesante fuente.
La curiosa fuente de los Tornos, levantada en el siglo XVI con forma de pera, se sustituye por otra de finales del siglo XIX, de formas muy neoclásicas.
Del mismo estilo es la situada en la plaza do Peirao, obra del arquitecto Sesmeros.
Por último, Pontevedra, posee cuatro fuentes de hierro, una de ellas se trajo de París en 1887 y las tres restantes fueron fundidas en los talleres vigueses de Sanjurjo Badía, sacando el molde de la francesa. Los florones que las coronan se deben a Sesmeros y se fundieron todos en Vigo.
Me gusta mucho Pontevedra y tu blog; buen trabajo!!!
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